jueves, 22 de septiembre de 2022

¿QUÉ ES EL PALO SANTO Y PARA QUÉ SIRVE?

Bajo este curioso nombre se esconde un árbol de la familia de las Burseraceae, concretamente el Bursera graveolens, que crece en bosques secos de la costa pacífica de Sudamérica. Pueden alcanzar hasta 10 metros de alto y tienen la corteza lisa y gris.

También conocido con el poético nombre de “madera sagrada”, el palo santo es un árbol muy valorado por su aroma y sus muchas propiedades. Está rodeado de un halo de misticismo y espiritualidad ya que se utiliza para crear ambientes relajantes y serenos.

Quemar esta madera ayuda a limpiar y purificar el ambiente. Su madera es muy aromática lo que hace que sea muy apreciada en ebanistería. 

Además se le atribuyen numerosas propiedades y beneficios, todos ellos relacionados con la armonía y la paz.

Purificador. Limpia y purifica el ambiente, de ahí que su uso sea muy común en el yoga, la aromaterapia y el reiki. 

¿Cómo funciona? Tan solo debes mover la madera en las zonas que te interese proporcionando un aroma suave y agradable.

Repelente. Otra de sus ventajas es que repele los insectos, especialmente moscas y mosquitos.

Antiséptico. Además de contener antioxidantes, su incienso tiene otras propiedades como antisépticas, depurativas, diuréticas y antireumáticas.

CÓMO SE QUEMA EL PALO SANTO?

El palo santo es una madera densa que no se quema fácilmente, por lo que puede tardar unos segundos en encender. Sujeta un extremo colocando el opuesto sobre la vela o el encendedor y gíralo lentamente hasta que se forme una brasa brillan             Déjalo arder durante treinta segundos y apaga la llama. Si antes de que la madera suelte humo te da la sensación de que se extingue la brasa, reavívala con un poco de aire. Para que siga quemando colócalo a una distancia segura (aproximadamente unos centímetros de distancia) en un recipiente adecuado, preferiblemente de metal que además recoja las cenizas.                                                                                    

Precauciones. Evita acercarlo al pelo, el cuerpo en general y la ropa. No se aconseja  respirar profundamente el humo de la madera ardiendo, ya que es irritativo pudiendo perjudicar a la nariz. La garganta o los pulmones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario