Estas vivo y no necesitas justificar tu existencia. Puedes ser el misterio más grande de tu propia historia.
El amor no es un concepto; el amor son las acciones. El amor en acción únicamente genera felicidad.
A menudo, cuando inicias una relación con alguien que te gusta, tienes que justificar por qué te gusta.
Sólo ves lo que quieres ver y niegas que algunos aspectos de esa persona te disgustan. Te mientes a ti mismo con el único fin de sentir que tienes razón. Después haces suposiciones, y una de ellas es: "Mi amor cambiará a esta persona". Pero no es verdad. Tu amor no cambiará a nadie. Si las personas cambian es porque quieren cambiar, no porque tú puedas cambiarlas.
Existen millones de mujeres y de hombres y cada una de estas personas es única. Pues bien, de entre todas ellas, alguna será una buena pareja para ti y otras no lo serán en absoluto. Es posible amar a cualquiera; pero para tratar con una persona a diario necesitarás a alguien cuya forma de entender la vida sea más próxima a la tuya. Esa persona no necesita ser exactamente como tú; bastará con que ambos seáis como una llave en la cerradura: una unión que funciona.
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